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Foto del escritorGustavo Castillo Alvarez

Inoculación psicológica: Nuevos horizontes contra la desinformación

Actualizado: 25 oct 2022





Por: Gustavo Castillo Álvarez

Asistente de investigación, ETHOS BT




La teoría de inoculación psicológica está fundamentada en una metáfora de la biología, proponiendo que los individuos pueden ser “vacunados” psicológicamente en contra de ataques persuasivos sobre diferentes temas controversiales, de la misma manera que se inmunizan los cuerpos ante contagios virales [1]. Desde sus inicios, esta teoría se ha aplicado para contrarrestar la desinformación en temas como el cambio climático, extremismo, teorías de conspiración, y la salud [1]


Una “inoculación” está compuesta por dos componentes: 1) Una advertencia explícita sobre una amenaza inminente y 2) Una refutación del argumento que expone la falacia inminente.


Solo hasta estos últimos años se ha aplicado la inoculación para contrarrestar la desinformación y las noticias falsas [5]. Aunque inicialmente esta teoría fue formulada antes de la llegada del Internet, el auge de las redes sociales y del consumo de noticias e información de manera digital, ésta se asemeja aún más a la propagación de un virus. Resulta más preocupante que las noticias falsas y la desinformación se esparcen mucho más rápidamente que la verdad gracias a que explotan (ya sea deliberadamente o por coincidencia) sesgos psicológicos, lo que les da una clara ventaja en la competencia por la atención humana, particularmente en la arena digital [3].


En un estudio realizado en EE.UU., expusieron a personas a información anti-conspirativa antes o después de presentarles argumentos a favor de teorías de conspiración respecto a las vacunas [5]. Los autores hallaron que cuando las personas eran inoculadas recibiendo primero información anti-conspirativa, las intenciones de vacunación mejoraron y no se vieron afectadas por la retórica conspirativa mostrada posteriormente. En cambio, al presentar primero el material conspirativo, la información dada para contrarrestarlo resultaba menos efectiva, lo que significa que una vez las creencias conspirativas se han establecido en la mente es más difícil corregirlas, siendo así mejor la prevención de la desinformación que “curarla” una vez se ha establecido [5].


Otro ejemplo de la inoculación en acción resultó de dos experimentos realizados en el 2016 en los que se evaluó el efecto de inocular participantes previo a la exposición a dos tipos de desinformación diferente [6]. La inoculación evaluada consistió en mensajes que exponían las técnicas engañosas de argumentación. En uno de los experimentos hallaron que prevenir y explicar a los participantes sobre la técnica de manipulación del “falso experto” mediante ejemplos de publicidad de la industria tabaquera neutralizaba los efectos de la desinformación. Los resultados no solo reafirman la eficiencia de la inoculación al neutralizar la influencia de la desinformación, sino que también sugieren que los individuos se pueden inocular en contra de estrategias de desinformación, cubriendo un mayor alcance de argumentos que emplean la misma técnica [6]





Referencias

[1] W. McGuire, "Inducing resistance to persuasion: Some contemporary approaches", Advances in Experimental Social Psychology, vol. 1, pp. 191-229, 1964. Available: 10.1016/s0065-2601(08)60052-0.

[2] C. Traberg, J. Roozenbeek and S. van der Linden, "Psychological Inoculation against Misinformation: Current Evidence and Future Directions", The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science, vol. 700, no. 1, pp. 136-151, 2022. Available: 10.1177/00027162221087936.

[3]S. Lewandowsky and S. van der Linden, "Countering Misinformation and Fake News Through Inoculation and Prebunking", European Review of Social Psychology, vol. 32, no. 2, pp. 348-384, 2021. Available: 10.1080/10463283.2021.1876983.

[4]S. van der Linden, A. Leiserowitz, S. Rosenthal and E. Maibach, "Inoculating the Public against Misinformation about Climate Change", Global Challenges, vol. 1, no. 2, p. 1600008, 2017. Available: 10.1002/gch2.201600008.

[5]D. Jolley and K. Douglas, "Prevention is better than cure: Addressing anti-vaccine conspiracy theories", Journal of Applied Social Psychology, vol. 47, no. 8, pp. 459-469, 2017. Available: 10.1111/jasp.12453.

[6]J. Cook, S. Lewandowsky and U. Ecker, "Neutralizing misinformation through inoculation: Exposing misleading argumentation techniques reduces their influence", PLOS ONE, vol. 12, no. 5, p. e0175799, 2017. Available: 10.1371/journal.pone.0175799.

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